Ruido
Vivimos en un ruido constante que nos persigue. A mí personalmente el silencio me atrae y cuando logro ese silencio lo respiro. Sin embargo, el silencio completo no existe. Siempre hay algo, nuestra respiración, nuestras palpitaciones. Solo nos liberaremos del ruido muriendo, algo que no me asusta pero me entristece. El ruido a veces es turbador, el motor de un coche, los frenos de una bicicleta, el chirriar de los vagones de metro en una curva, cerrar una ventana corredera, los cierres metálicos de las tiendas, un trueno... Aunque no todos los ruidos son turbadores. El soplar del viento, el crepitar del fuego en una chimenea, la tormenta, lo pasos de alguien a quien tienes ganas de ver y que escuchas cómo gira la llave de la puerta y se acerca donde tu estás... Pero el ruido que más me gusta es la música cuando no hace ruido, valga la redundancia. Cuando el ruido es convierte en armonía, esa melodía también la respiro, nado en ella y me dejo mecer. De esa música sin ruido salen mis